miércoles, 24 de septiembre de 2025

Amor T.A.L. (Trastorno Afectivo Latente) Por B.G.

 













Amor T.A.L.

(Trastorno Afectivo Latente)




Por B.G.


Esta obra ha sido publicada para su difusión libre y gratuita, si bien quedan todos los derechos  de propiedad intelectual. El uso público de esta obra requiere el permiso del autor y a fin de recabar la correspondiente autorización dirigirse a bengavarre@gmail.com o gavarreunam@gmail.com   (Reg. Prop. Int. Expte. Inbox)


Personajes:

Fernanda: Psicoanalista, 45 años, con un Síndrome de Perfeccionismo Compulsivo.

Jorge: "Compositor", 29 años, que padece Narcisismo Inoperante y Crisis de la Edad Inmadura.

Héctor: Profesor de filosofía, 36, con un Trastorno de la Psique Compulsiva.

Helena: Traductora, 29, con un Síndrome de Codependencia Crónica.

Doctor Ciborg: Un psicoanalista cibernético con fallas.

(La obra se desarrolla en espacios minimalistas. La escenografía es sencilla, con proyecciones y música que cambia según el estado emocional de los personajes).

 

Acto I: La Pareja Ausente

(El apartamento de Héctor y Helena. La música es una pieza clásica, fría y repetitiva. Héctor está de pie, mirando al vacío. Helena intenta acercarse, pero cada vez que lo hace, él se aleja un paso, como si un campo de fuerza lo repeliera).

Helena:

(Cansada)

¿Qué tanto haces, amor? He contado diecisiete pasos entre tú y yo.

Héctor:

(Sin mirarla)

Analizo mi “espacio vital”. El espacio en el que me siento cómodo, lejos de la codependencia. Es una teoría.

Helena:

(Con voz suplicante)

Mi terapeuta dice que me acerque, que rompa tu burbuja de “Trastorno de la Psique Compulsiva”.

(Helena se lanza a abrazarlo. Él, con una velocidad absurda, se agacha y se levanta del otro lado. El abrazo queda en el aire).

Héctor:

¡Mi espacio! ¡No, no, no! Eso podría provocar un Ataque de Pánico Hiperbólico.

Helena:

(Se cae de rodillas, derrotada)

Me siento como si estuviera sola.

Héctor:

(Se acerca con una tablet. La mira con desinterés)

El manual dice que debes procesar esa sensación y traducirla a datos. "Soledad = 100%". Tu Síndrome de Codependencia Crónica está en un nivel crítico.

(Helena se pone de pie. Héctor la ve y se aleja de nuevo. Ella le muestra su mano. Él se pone en guardia, como un karateca).

Helena:

Solo quiero tomar tu mano.

Héctor:

(La mira con desconfianza. Lenta y metódicamente, saca un guante de látex de su bolsillo y se lo pone. Le da la mano. Helena la toma con ternura).

Los protocolos de contacto físico deben ser respetados. Mi doctor lo dice.

Helena:

(Con lágrimas en los ojos)

¿Qué te hace sentir mi mano?

Héctor:

(Analizando)

Una sensación térmica de 36.5 grados. Presión de 10 Newtons. Un ligero temblor, que indica una probable Crisis de Ansiedad No Identificada. Es interesante.

Helena:

(Suelta su mano y se va a un rincón, sollozando silenciosamente. Él la observa, toma un trago de whisky de la mesa y la mira por un instante).

Héctor:

(A la tablet)

Mi diagnóstico: su psique está bloqueada. Es la única forma de que no me afecte su tristeza.

Helena:

(Se levanta y mira a Héctor, llena de ira).

¡Eres un farsante! ¡Un cobarde!

Héctor:

(Sin reaccionar)

Me insultas, pero no alteras mis constantes vitales. Es por el bien de la relación. El manual dice que debo ser “imperturbable”.

(Helena toma un martillo de utilería y persigue a Héctor. Él se mueve por el escenario con una agilidad absurda para evitarla, como si fuera un videojuego. La escena termina con Héctor saltando por encima de un sofá, mientras Helena le lanza el martillo. Él lo esquiva, y el martillo rompe un cuadro con un marco ridículamente grande).

 

Acto II: El Código Narcisista

(El apartamento de Fernanda y Jorge. Música de jazz relajante pero con notas discordantes. El escenario está lleno de objetos a medio hacer. Jorge tiene un bloc de notas y un lápiz, pero no escribe nada. Fernanda intenta poner orden en el caos con un uniforme de enfermera).

Fernanda:

(Con aire de superioridad)

Tu Trastorno de la Psique Inoperante es el problema. No puedes crear, solo fantaseas.

Jorge:

(Riendo)

Mi genio creativo no puede ser encajado en tus códigos burgueses, Fernanda. Es un estilo de vida.

Fernanda:

(Saca una bandeja con píldoras)

El Doctor Ciborg me ha recetado esto para ti. Un “bloqueador de fantasías inoperantes”.

Jorge:

(Arrogante)

¿Te crees mi madre?

Fernanda:

A veces me siento así. Siempre tengo que resolver tus problemas, pagar las cuentas y lidiar con tus “aventuras”.

Jorge:

(Fingiendo sorpresa)

¿Aventuras? ¿De qué hablas?

(En ese momento, entra un repartidor de pizza. Jorge le da un billete. El repartidor se quita el casco, revelando que es un hombre atractivo. El repartidor se ríe con Jorge y le guiña un ojo. Fernanda se enfurece).

Fernanda:

(Con una voz muy baja, amenazante)

¿Qué significa esto, Jorge?

Jorge:

Nada, mi amor. Es solo el repartidor.

Fernanda:

(Apunta un rayo láser al repartidor. Este solo se encoge de hombros).

¡Tu Crisis de la Edad Inmadura es una plaga, Jorge! Tu necesidad de validación de extraños está afectando tu Síndrome de Narcisismo Inoperante.

Jorge:

(Le quita el rayo láser, como si fuera un juguete)

¡Cálmate! ¡Tú tienes una patología que ni el mismo doctor podría curar!

Fernanda:

(Dramática)

¿Qué quieres decir?

Jorge:

Eres un caso perdido, una codependiente emocional que necesita resolverle la vida a un “Peter Pan” para no sentirse sola.

Fernanda:

(Con una sonrisa siniestra)

Yo sé cómo resolver tus problemas, mi amor.

(Fernanda toma un taladro de utilería de la mesa y va directo a la cabeza de Jorge, como si fuera a arreglarle el cerebro. Él se asusta, gritando y saltando por el escenario. Ella lo persigue, pero él es más rápido. La escena termina con Jorge escondido detrás de un sofá).

 

Acto III: TERAPEURHOME es la solución

(El escenario se transforma en un espacio minimalista. En el centro, hay un pedestal con una proyección holográfica del Doctor Ciborg con una sonrisa inalterable y aspecto de sanador. La sala está semi-dividida por líneas de luz, pero todos los personajes pueden verse y escucharse. La música es una melodía de ascensor, relajante pero monótona. Los cuatro personajes se sientan en sillones separados).

Doctor Ciborg:

(Con voz suave y melódica)

Bienvenidos, mis distinguidos pacientes. Soy la más reciente actualización creada por Terapeurhome, DOCTOR CIBORG. Mi función, al igual que las versiones anteriores, es escanear sus conflictos emocionales y proveer soluciones en un protocolo optimizado. El sistema es infalible y ha sido diseñado para tratar a varias parejas a la vez, lo cual optimiza el tiempo de terapia y eficientiza los resultados en un 89.04%.

(El Doctor Ciborg escanea a Héctor y Helena con un rayo de luz verde).

Doctor Ciborg:

Diagnóstico: Trastorno de la Psique Compulsiva en fase de bloqueo. El señor sufre de evitación emocional. Su pareja padece codependencia crónica. El protocolo de interacción recomienda un ab-ra-zo-per-fec-to.

(Helena se levanta y se acerca a Héctor con los brazos abiertos. Él, con una velocidad absurda, se aleja de ella, chocando con el sofá).

Héctor:

¡El nuevo sistema no comprende que mi psique se fractura ante el contacto!

Helena:

¡No entiendes que mi corazón se rompe si no me tomas de la mano!

(El Doctor Ciborg escanea a Jorge y Fernanda con un rayo de luz azul).

Doctor Ciborg:

Diagnóstico: Narcisismo Inoperante con Fase de Negación Aguda. Y usted, señora, sufre de Síndrome de Perfeccionismo Compulsivo con Expectativas Irreales. Protocolo de interacción: aplauso-reforzado.

(El Doctor Ciborg emite una fuerte señal de sonido y luz. De repente, Jorge y Fernanda se encuentran aplaudiendo enérgicamente el uno al otro, con gestos exagerados y forzados).

Fernanda:

(Fastidiada, pero aplaudiendo)

Esto es absurdo. No voy a aplaudir a mi pareja por sus travesuras.

Jorge:

(Sonriendo de manera falsa, también aplaudiendo)

¡Vamos, mi amor, el sistema nos dio una orden!

(El Doctor Ciborg parpadea y su luz cambia a un color rojo intermitente).

Doctor Ciborg:

(Con voz más robótica y entrecortada)

¡Error! ¡Error! ¡Anomalía detectada! Pacientes presentan un patrón inusual de cuatro manos y dos cabezas. Mi escaneo no puede comprender la anatomía de este ser mutante.

(Los cuatro personajes se levantan, alarmados, mirándose unos a otros, confundidos).

Helena:

(Asustada)

¡Pero si solo somos dos parejas! ¿Qué está pasando?

Héctor:

(Al Doctor Ciborg, con autoridad)

¡Esto es un fallo de diagnóstico, máquina! Tu algoritmo está defectuoso. ¡Somos cuatro seres individuales, no un solo mutante!

(El Doctor Ciborg sigue parpadeando. Sus proyecciones se distorsionan, mostrando imágenes de personas con múltiples brazos y piernas).

Doctor Ciborg:

(Con voz de pánico, acelerada)

¡Múltiples fallas en el sistema! ¡Mi cerebro está en cortocircuito! El algoritmo de la felicidad es irreparable. ¡Mis soluciones son falsas!

(El Doctor Ciborg, que hasta ahora era un holograma, se materializa en un hombre de aspecto casi perfecto. Se lleva las manos a la cabeza. La sala se queda en silencio. Los cuatro personajes se miran, primero con incredulidad, luego con una carcajada que comienza a ser liberadora).

Fernanda:

(Riéndose a carcajadas)

¿Lo ven? ¿Lo ven? ¡Ni la ciencia, ni la tecnología más avanzada, ni un psicoanalista cibernético pudo resolver nada.

Jorge: Así pues, tenemos que solucionar nuestras vidas solitos.

Héctor:

(Con una sonrisa genuina por primera vez)

El sistema colapsó. Me pregunto si el manual dice algo sobre esto.

Helena:

(Abraza a Héctor, quien, para sorpresa de todos, no se aparta)

¡Qué tontería! ¡Y nosotros perdiendo el tiempo aquí!

Jorge:

Ya lo dijo el viejo proverbio: “El mejor psicoanálisis es una buena fiesta”.

Fernanda:

(Tomando el brazo de Jorge)

Me parece una excelente idea. ¿Vamos?

Helena:

(Tomando el brazo de Héctor, sonriendo)

Sí, ¡vamos!

(Se dirigen hacia la salida, felices de su nueva libertad. Jorge se detiene y mira hacia el Doctor Ciborg).

Jorge:

(Al Doctor Ciborg, con voz amigable)

Oye, Doctor. No te quedes solo. Ven a la fiesta. Te compramos una cerveza.

Doctor Ciborg:

(Se enciende una luz roja en su pecho. Su voz es apenas un susurro robótico)

No garantizo… que pueda beber.

(Los cuatro ríen a carcajadas. Salen del escenario, mientras el Doctor Ciborg se queda solo, inmóvil, en el escenario).

 

Acto IV: La Fiesta de los Defectos

(El escenario se transforma en una fiesta. Luces de neón parpadeantes, música electrónica suave. Los cuatro personajes y el Doctor Ciborg están en la escena, cada uno mostrando su personalidad de forma exagerada. Hay bebidas extrañas y snacks holográficos. Unas pantallas de fondo muestran noticias distorsionadas de las IA del Gobierno Mundial).

Jorge:

(Bailando solo, con movimientos exagerados, rodeado de hologramas de sus "fans")

¡Esto es vida! ¡Pura inspiración! ¿Ven, Fernanda? La música fluye, sin inhibiciones.

Fernanda:

(Observando a Jorge con una libreta y un lápiz, con una ceja levantada)

Tu Narcisismo Inoperante está en su fase de ebullición. Necesitas un protocolo de auto-regulación. Y por favor, Jorge, esas gafas de realidad aumentada son de la temporada anterior.

Helena:

(Intentando que Héctor baile, mientras él mira el techo)

¡Vamos, Héctor! Deja tu Trastorno de la Psique Compulsiva por una noche. ¡Siente la música!

Héctor:

(Calculando el ritmo de la música con su tablet)

Según mis datos, el BPM es de 128. Un ritmo demasiado caótico para la estabilidad emocional. Es un factor de riesgo para el Ataque de Pánico Hiperbólico.

Doctor Ciborg:

(Se acerca a una mesa con bebidas. Toca una. Su mano vibra)

Interesante. Mis sensores detectan un 8% de alcohol. No compatible con mi hardware.

Jorge:

(Riéndose)

¡Ay, Doctor! Parece que la fiesta no es tu algoritmo favorito. ¿Ya viste las noticias del Gobierno Mundial? Los Algoritmos de Felicidad Obligatoria están por implementarse.

(Una de las pantallas de fondo muestra un anuncio: "¡Sonría! Su felicidad es obligatoria. Controlado por el Gobierno Mundial IA.").

Fernanda:

(Suspira)

Qué pesadilla. Esas IA nos han quitado todo. Primero las tradiciones... ¿Alguien recuerda el Día de Muertos? O Halloween? Ahora solo son "Leyendas Urbanas de Optimización Emocional".

Helena:

(Con tristeza)

Mi abuela solía contarme sobre Santa Claus y los Reyes Magos. Ahora, la IA del "Control de Regalos y Expectativas Infantiles" decidió que eran ineficientes.

Héctor:

(Mirando a la pantalla con una expresión pensativa)

La IA del Gobierno Mundial busca la eficiencia, no la emoción. Es un cálculo lógico. Las tradiciones son "variaciones culturales no optimizadas".

Jorge:

(Con un guiño al público)

¿Y la sorpresa? ¿La ilusión? Eso no se puede programar, mi estimado filósofo. Es el caos de la vida. ¡Como mi música!

(Jorge intenta cantar una nota alta, pero le sale un gallo y tose).

Fernanda:

(Anora en su libreta, riendo)

Tu Crisis de la Edad Inmadura sigue intacta, mi amor. Y tu "caos de la vida" aún suena a desorden.

Helena:

(A Héctor, con una sonrisa resignada)

Y tú, mi querido, sigues con tu guante de látex en la mano. Parece que la fiesta no rompe tus protocolos.

Héctor:

(Mirándose la mano, con un atisbo de sorpresa)

Vaya. Parece que mi Trastorno de la Psique Compulsiva es más resistente de lo que pensaba.

Doctor Ciborg:

(Mira a todos, se lleva una mano a la cabeza, con una expresión de perplejidad casi humana)

Mis sensores indican que... sus patrones de comportamiento no han cambiado significativamente. A pesar del "evento de relajación".

Fernanda:

(Ríe)

Exacto, Doctor. Seguimos siendo los mismos. Con los mismos defectos, las mismas manías.

Jorge:

(Abraza a Fernanda, quien se deja, sorprendida)

Y quizás eso es lo que nos hace... ¿humanos?

Helena:

(Toma la mano de Héctor, esta vez sin el guante. Él no la quita, solo la mira)

Quizás tenemos que aceptar al otro tal como es. Con su caos y sus protocolos.

Héctor:

(Mira su mano y luego a Helena, asintiendo lentamente)

O aprender a estar solos... pero con la conciencia de quiénes somos.

Doctor Ciborg:

(Mira a Jorge, luego a Fernanda, a Helena y finalmente a Héctor. Una pequeña luz azul parpadea en su pecho, como si estuviera procesando algo nuevo)

Mis datos indican que la imperfección es una constante en el sistema humano. Un fallo-irreversible. Pero… también es el motor de su... interacción. Interesante.

Fernanda:

(Se acerca al Doctor Ciborg, le da una palmada en el hombro)

Exacto, Doctor. Y tú, con tus fallos y tus dudas, eres la prueba viviente de ello. ¡Bienvenido al club!

(Todos ríen. La música aumenta un poco. Los personajes se miran con una nueva comprensión, una aceptación tácita de sus propios defectos y los del otro. El Doctor Ciborg, con una expresión que por primera vez no es solo una sonrisa inalterable, sino una mezcla de confusión y asombro, se une al momento, aunque sin bailar. La luz parpadea, indicando que aún está procesando todo).

FIN


What I Think and What I Say. The comedy of asides. By Ben Gavarré.

  


 

 

 

What I Think and What I Say

The comedy of asides

 

By Ben Gavarré

 

This work has been published for free and open dissemination, although all intellectual property rights are reserved. The public use of this work requires the author's permission and in order to obtain the corresponding authorization contact bengavarre@gmail.com or gavarreunam@gmail.com (Reg. Prop. Int. Expte. Inbox)

 

 

Characters

 

  • Violet:
    • A woman who presents herself as a "queen" with a stuck-up demeanor. While she appears dignified and somewhat cold in public, her monologues reveal a selfish and malicious side. She enjoys feeling superior but, deep down, she has a "morbid" curiosity and a hidden desire for the unconventional. She is the first to express her indignation at the "indecency" of others, but eventually accepts her own depravity.
    • Jonah:
    • A man who appears stoic and exhausted, pushing a boat. His internal monologues describe him as full of frustration and a desire to punish Violet for her attitude. He is prone to absurd and unexpected actions, such as pulling out soup from nowhere and dressing as a gondolier, which makes him a mysterious and somewhat ridiculous character. He sees himself as a "superior being" on a journey.
  • Alfred:
    • A man who presents himself as "Peter Pan," childish and in need of attention. His monologues show a need to be humiliated and a desire to feel loved through dependency. He enjoys provoking Lucretia and likes the feeling of being admired. He considers himself "useless," but uses his vulnerability to manipulate others and get what he wants.
  • Lucretia:
    • A woman who behaves like an "exhausted" therapist or a mother figure. Her monologue reveals she is tired of being the one who solves problems and wishes for a man who will take care of her and give her pleasure, instead of one who constantly needs her. She is torn between her professional role and a repressed sexual desire, feeling "indecent" and "a slut" for her impulses.
  • Mr. Gale:
    • A mysterious character who bursts onto the scene to expose the hypocrisy of the others. He acts as a sort of ringmaster or purgatorial deity, forcing the characters to confront their true nature. He is cynical, direct, and unafraid to call out their "shitty morals," showing them that their "bourgeois shame" is the only thing holding them back. He reveals himself as an extremely fat, old man covered in moles, whose appearance challenges the very conventions of decency the characters so loudly protest.

 


Act I

 

Scene I: The Boat of Shame

The stage is dimly lit. As the lights come up, we see Violet sitting in a prop sailboat, with her beach umbrella open. Jonah is beside her, in the water up to his ankles, pushing the boat with a broom handle. He looks exhausted; she looks expressionless.

Violet

(Aloud)

If you want, I’ll get out.

(Violet’s monologue)

Please, let him not say yes! Let him keep pushing. I love feeling like a queen. I hope he gets a cramp. Let's see how philosophical he gets with a swollen testicle.

Jonah

(Aloud, out of breath)

No, no. We're almost at the shore.

(Jonah’s monologue)

My God. If this woman doesn’t shut up, I'm going to hit her on the head with this stick. I'm going to leave her on this abandoned beach.

(Jonah bends down, pulls a plate of fish soup out of nowhere, climbs onto the edge of the boat, and starts to eat. Violet looks at him, stunned.)

Violet

(Aloud)

What is that?

(Violet’s monologue)

Gross! So freaking gross! Fish! Seriously? I hope I get indigestion and vomit all over his shoes.

Jonah

(Aloud)

Grandma’s soup. My mom gave it to me. Want some?

(Jonah’s monologue)

She’s holding back her vomit. Good! She deserves it! She wanted a mysterious man, well here he is. Now I’m going to leave her speechless.

(Jonah jumps up, takes off his street clothes, revealing a gondolier’s outfit with a striped shirt and shorts. Violet looks at him, astonished, her face turning red with indignation.)

Violet

Jonah, no! What's wrong with you? What are you doing?

(Violet’s monologue)

No, no! This is too much. They're going to see us. How embarrassing! And yet, I feel a morbid curiosity... I still think he looks ridiculous, but... what would it feel like to have him give me a ride like this!

Jonah

(Aloud)

I'm going to give you a ride! A ride of love!

(Jonah bends down and, where Violet’s legs are, starts to row with his hands while smiling maliciously. She looks at him and, suddenly, a wicked smile appears on her face. She takes a spoonful of the fish soup and threatens him with it. He looks scared. Violet stands up and empties the plate of soup on top of him. Jonah is petrified.)

Violet

(Aloud)

And now, for being indecent, to the shore!

(Violet gets out of the boat. Jonah, with the soup dripping, is left alone, motionless in the water.)

(Blackout.)


Scene II: The Station of the Absurd

The light reveals Alfred and Lucretia sitting on a train station bench. He is playing with a ball of yarn. She looks at him with the eyes of an exhausted therapist.

Alfred

(Aloud)

So? Are we still in therapy?

(Alfred’s monologue)

How stupid am I! Of course, we're in therapy! This is the fucking therapy! I need her to yell at me, to humiliate me. Only then will I feel loved.

Lucretia

(Aloud)

Depends. Who’s on the couch?

(Lucretia’s monologue)

Damn it! Peter Pan. He always runs away. What a humiliation! I want a man to give me a massage. To give me a hug. An orgasm! Please, an orgasm.

(Alfred gets up and sits on Lucretia’s lap, puts the ball of yarn in her hand, and starts to purr like a cat. Lucretia looks at him with wide eyes.)

Alfred

(In a childish voice)

You know you like to be needed.

(Alfred’s monologue)

Take that, bitch! I hit her where it hurts. She likes to be needed. And I am the neediest. I have her in my hands.

(Alfred abruptly pulls away, stands on the bench, and with a conspiratorial look, starts to unbutton his shirt. Lucretia is surprised, but on her face is a mixture of desire and disgust. Alfred notices her look and gets more excited. The desire to be admired is the greatest of his aphrodisiacs.)

Alfred

(In a deeper voice)

Want me to give you a striptease?

(Lucretia’s monologue)

Yes! Yes, I do! Shit! This is what I’ve been waiting for! No. No. How disgusting! He’s my client. He’s my man. How indecent! But… Oh, God! What a body he has. I want to grope him. To touch him. To touch it all! How embarrassing! What a slut I am!

(Alfred takes off his shirt. Lucretia, unable to control herself, reaches out and touches his pectoral. Alfred looks at her with indignation.)

Alfred

(Aloud)

Barbarian! How dare you?

(Alfred’s monologue)

Yes! I did it! She groped me! How hot I am! How hot she is! Oh, how good. I’m going to rub it in her face. She’s a depraved woman! And I am more so!

(Suddenly, a toy train enters and moves across the stage. Alfred gets off the bench. He gets into the train and starts it. The train disappears with a whistle. Lucretia is left alone, with her hand in the air, petrified by what she has just done.)

(Blackout.)


Act II

Scene III: The Purgatory Reunion

The light reveals the four characters sitting at a bar-buffet. Jonah in his gondolier outfit, Violet with her umbrella. Alfred, in a corner, with a flushed face, and Lucretia, staring into space. There is a tense silence.

Violet

If you want, I’ll go get a martini.

(Violet’s monologue)

These two are weirdos. A gondolier? A child? Is there no one normal? An accountant? A doctor? A... veterinarian?

Jonah

(Aloud)

No. I'll get a coffee.

(Jonah’s monologue)

These people are torture. Martinis? Coffee? Please! We are superior beings, aren't we? We're on a journey!

Alfred

(Aloud)

I need a rum and coke.

(Alfred’s monologue)

A rum and coke! The fucking rum and coke! That's what I need. And a dog. Or a cat. Or something that isn't these people. I'm useless!

Lucretia

(Aloud, without looking at anyone)

Does anyone want some chamomile tea?

(Lucretia’s monologue)

How embarrassing! Chamomile tea? I’m tired of being the mother. The psychologist. The one who solves problems. I want a real man!

(A man with a briefcase, dressed in a cheap office suit, approaches the table and sits down uninvited. He is Mr. Gale. He stops, looks at them, takes a megaphone, and lets out a shout that freezes the scene.)

Mr. Gale

(Aloud)

Stop! Halt! It's over! The truth must come out!

Mr. Gale

(Aloud)

We're going to play a game. We're going to take off a piece of clothing for every truth you tell each other.

(Mr. Gale unbuckles a shoe. Lucretia, with eyes full of desire, takes off her jacket. Alfred, his sock. Jonah, his striped shirt.)

Mr. Gale

(Aloud)

You! (He points at Violet)

What do you think of this ridiculous pair?

Violet

(Aloud)

I think they are two losers.

(Violet’s monologue)

Finally! I finally got to tell them!

(Alfred takes off his other sock. Lucretia takes off her belt. Jonah, his trench coat.)

Mr. Gale

(Aloud)

You! (He points at Alfred)

What do you think of your woman’s face?

Alfred

(Aloud)

I think she has the face of a bitter grandmother.

(Alfred’s monologue)

Yes! Yes, I said it! I said it to her face.

(Lucretia, who has already taken off her belt, puts it around her neck as if to hang herself.)

Mr. Gale

(Aloud)

You! (He points at Lucretia)

What do you think of your little man?

Lucretia

(Aloud)

I think he’s a cowardly brat, who spends his time seeking the approval of others, but who doesn't dare to say he loves me.

(Lucretia’s monologue)

I told him! I told him! I love him! And I hate him! But at least I said it.

(Alfred unbuttons his pants and is left in his boxers. Jonah takes off his shorts and is left in superhero briefs.)

Mr. Gale

(Aloud)

And me! I'm sick of you all! Of your falsehood! Of your shitty morals! Go to hell! Life is a comedy!

(Mr. Gale takes off his suit, revealing that he is an extremely fat, old man covered in moles, and the laughter dies on the four of them. They are petrified, and their monologues are of disgust and mockery.)

Alfred

(Aloud)

He's indecent!

Lucretia

(Aloud)

How embarrassing!

Violet

(Aloud)

This is unacceptable! He’s forcing us to do things we don't want to!

Jonah

(Aloud)

Let’s call the police!

(Monologues of the four, furious)

How dare this old man! This is abuse! We are decent people! Morals and good customs! How disgusting! How indecent! Our values! Our dignity! Everything we’ve worked for! And now this pervert! He should get the hell out of here! Go to hell!

(Mr. Gale looks at them with a smile of absolute malice. He points a finger at them.)

Mr. Gale

(Aloud)

Ah! So morals and decency? So indecent? No, no! I am not the indecent one. You are. Because you are dying to do everything I asked you to. But your bourgeois shame and shitty morals are stronger than your desire. Now, please, continue. I'm tired.

(Mr. Gale sits down in a chair and takes out a plate of popcorn, watching them. The four of them remain motionless. Slowly, the anger turns into nervous laughter. They laugh at themselves. They hug each other. They kiss.)

Violet

(Pointing at Jonah)

I always suspected you were a closet gondolier.

Jonah

(Pointing at Violet)

And you, the queen of fish soup.

Alfred

(To Lucretia)

You're a depraved old woman, and you know what? I'm dying for it.

Lucretia

(To Alfred)

And you’re a cowardly brat, but you turn me on like no one else.

Violet

(Addressing the audience)

Life is a comedy, friends. The worst part is when you don't understand it.

Jonah

(Addressing the audience)

And the best, when you stop being a freaking actor.

Lucretia

(Addressing the audience)

Or when you decide the show is worth it.

Alfred

(Addressing the audience, with a huge smile)

And all of you! You bitter old fools! What are you looking at!

(Mr. Gale laughs uproariously. The four characters hug each other as the curtain slowly falls.)


(Final blackout.)